Saturday, March 10, 2012

Las erupciones solares

Menos mal que se han pasado las erupciones solares, llevo toda la semana enloquecida. Hasta me pareció normal querer deshacerme de Venus, pobre animalico. Estuve tres días sin hablarle después del mordisco. Y al final, me puso ojitos, y claro, hicimos las paces. El viernes nos dimos un abrazo y todo para sellar nuestra amistad.
Me compré una entrada para el concierto de Death cab for cutie. En parte, porque no hay conciertos en esta ciudad, en parte porque Marta quería ir, en parte, porque es una buena excusa para salir de casa. No me disgustan, pero no soy fan, ni un poco. A decir verdad, me parecen tirando a aburridos. Me compré la entrada, convencí a una del trabajo para que viniera, llegó el viernes, y por los clavos de Cristo que no quería ir y no quería ir. El viernes, sólo quería dormir y dormir, a fuera hacía frío, mucho frío, y me había levantado a las seis de la mañana –gracias al despertador Venus. Dios mío, deben ser las erupciones solares, sino, no hubiera tirado el dinero de una entrada.
La señorita Rottenmeier
Por otro lado, casi le saco los ojos a mi ayudante, y no son maneras. Yo no quiero ser una tirana, no, no quiero. Pero,  a ver, esta tía me pone supernerviosa. El viernes era día ‘A’, eso significa que era un día relajado. No necesito que esté en clase, puede hacer lo que quiera. Pero necesito que imprima y copie unas cosas para la última clase del día. Se lo digo a las 9, pero está desayunando, luego se está maquillando. Se lo repito a las 11 porque es olvidadiza. Me dice que hará las copias luego. Se pone a coser.  Se lo digo a la 1. Me dice que bien. Voy a su oficina a las 2 antes de que empiece la clase y veo que no está. Entonces me digo, finalmente, está haciendo las cochinas fotocopias. Empieza la clase, pero no tengo el material que distribuir a los alumnos. Pienso que está teniendo problemas técnicos. Los críos estudiosos preguntándome donde están las fotocopias con el material para el examen. Aparece diez minutos antes de que se acabe el colegio. Me dice que no le he dicho que imprima nada, que ella no ha recibido ningún mensaje en su móvil. Le digo que se lo he dicho en persona tres veces y me ha contestado que más tarde. Me dice que no recuerda nada.  Y luego argumenta, “¿Sabes? Es que estoy ocupada, he estado chateando en internet, tengo problemas personales”.  No le da ninguna importancia a que los chavales se vayan sin el material de estudio a casa, cuando es su trabajo y es lo único que tenía que hacer en 8 horas. Le digo, que la próxima vez se lo digo a la directora, la última vez que hablamos con ella, insinuó que la iba a echar si no hacía nada. Entonces, dice que lo siente, que no sabía que era importante. Y se va indignada de las cosas que le dice la extranjera, qué pocas formas, qué pocas maneras.
A ella le gustaría hacer otro trabajo –a mí también me gustaría que ella hiciera otro trabajo-, y baraja todas las posibilidades. El otro día aprendió a usar la escuadra y el cartabón, e hizo un ejercicio de clase, una torre en isométrica. Estaba tan satisfecha, que me preguntó (en serio): “¿Tú crees que con este dibujo podría ir a buscar trabajo de arquitecto?”.
¿Esta chica es normal o no es normal?

1 comment:

  1. señorita Rottenmeier! queremos fotos de la nueva colección primavera-verano de gafas!!! jajaja

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